martes, 8 de junio de 2010

Nadal I de la ATP y V de Francia


La imagen de Rafa Nadal tumbado sobre el polvo de arcilla de la pista central de Roland Garros volvió a dar la vuelta al mundo. Ya van cinco veces que el tenista español hinca el diente al prestigioso trofeo y sólo tiene por delante al sueco Bjorn Borg, que acumula un entorchado más de la cita gala en su palmarés. Precisamente fue un sueco, Robin Soderling, la última víctima de Nadal en París (6-4, 6-2 y 6-4). Precisamente, fue ese mismo tenista el que eliminó al balear en octavos de final de Roland Garros el año pasado, el fatídico 2009.

Lo de Nadal en 2010 está siendo tremendo, y eso que empezó mal y abandonó por lesión en el Abierto de Australia. Antes de Roland Garros, ganó los tres torneos más importantes en tierra (Montecarlo, Roma y Madrid), y en París no cedió un solo set. Nadal ya suma 7 torneos de Grand Slam, los mismos que leyendas del deporte de la raqueta como John McEnroe y Mats Wilander, aunque está lejos de los 16 del suizo Roger Federer, y 18 torneos Master 1.000 (aquí es el que más tiene).

Por si fuera poco, gracias a su victoria el pasado domingo, Nadal vuelve a ser el número 1 de la ATP, y no parece que vaya a perder ese puesto privilegiado en los próximos meses por dos razones: la primera, que defiende muy pocos puntos de aquí al final del año por su mal papel en 2009 por culpa de las repetidas lesiones que sufrió, y en segundo lugar porque Nadal vuelve a ser el tenista que en 2008 machacaba a todos sus rivales, el tenista que ganó Ronald Garros y Wimbledon y hacía llorar de impotencia a Federer. El español tiene 8.700 puntos en la clasificación de la ATP, 310 más que el suizo.

Ya muchos dicen que Nadal es el mejor deportista español de la historia, y lo bueno es que el manacorí todavía puede embellecer su palmarés. Para empezar, un día después de ganar en París, el balear ya estaba en Londres para adaptarse a la hierba del torneo de Queen's, su rampa de lanzamiento para buscar la machada en Wimbledon. Nadal I de la ATP y V de Francia es un ejemplo de superación y trabajo, y ahí está la base de sus triunfos junto a su innegable calidad tenística.

Un saludo

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