jueves, 15 de julio de 2010

España, campeona del mundo tras vencer a Holanda


Sé que he tardado en escribir este post, pero había que celebrar y paladear una gesta como la del domingo 11 de julio, aparte de que no sólo de escribir en un blog vive una persona. He tenido muchas cosas que hacer. Pero volviendo al turrón... ¡España ganó el Mundial de Sudáfrica! ¡España es campeona del mundo en fútbol! Desde que era pequeño, creí que nunca iba a ver esto, igual que al Real Madrid campeón de Europa, y ya veis, la selección ya tiene una estrella sobre el escudo y el equipo blanco tres orejonas. La final del Mundial en el estadio Soccer City de Johannesburgo fue una batalla épica, pero al final España venció a Holanda por 1-0. Del Puyolazo en semifinales al Iniestazo de la final. Un título para el recuerdo.

El partido fue muy emocionante. Los de Vicente del Bosque no mostraron su mejor fútbol porque la Oranje no les dejó. Los holandeses se emplearon con una dureza que en varias ocasiones traspasó la raya de la brutalidad. La entradas de Van Bommel a Iniesta y De Jong a Xabi Alonso eran merecedoras de tarjeta roja, pero Howard Webb miró hacia otro lado y lo dejó en amarillas. La vara de medir del árbitro inglés fue penosa. Presionado por las continuas protestas de los holandeses, igualó el número de tarjetas aunque la gravedad de las acciones era dispar. Aquí me pregunto yo para que sirve que Ángel María Villar, presidente de la Federación Española de Fútbol, sea el presidente de la Comisión de Árbitros. Si él eligió a Webb demuestra una falta de criterio escandalosa al escoger a un árbitro que ya había perjudicado a España ante Suiza (dos penaltis al limbo y además no coastigó la dureza helvética). Si la iniciativa fue de otra persona y él se limitó a aprobarla, da la impresión de que sólo está ahí para medrar en su sueño de presidir la FIFA o la UEFA. Ya en el Mundial de Corea permitió que nos la colaran con el tal Al Gandhour de nefasto recuerdo, y lo de Webb fue otro gol en propia meta. Gracias a Dios esta vez se quedó en una anécdota.

Pero me he liado con el juego sucio igual que le pasó a la Roja. Cada vez que los españoles tocaban, sus rivales pegaban y los nuestros caían en la espiral de faltas y continuas protestas. España empezó mejor tanto la primera parte como la segunda, pero en las dos ocasiones acabó jugando al son que quería Holanda, que parecía el de llegar a los penaltis salvo que hallara un gol en un contragolpe aislado. Y a punto estuvo de encontrarlo al final de la primera mitad en un mano a mano entre Robben y Casillas que salvó el portero con un tobillo providencial. San Íker volvía a hacer un milagro de los suyos, una parada imposible cuando ya parecía batido por su ex compañero en el Madrid.

Merecido premio para el equipo que intentó jugar

En la segunda parte, Navas salió por Pedrito. El extremo del Sevilla creó bastante peligro por su banda, sobre todo cuando se atrevió a encarar a los defensas rivales. Del Bosque volvió a acertar con un cambio, igual que lo hizo con la entrada de Cesc, que participó junto a Torres, el último de los que salió desde el banquillo, en la jugada del gol histórico de Iniesta. Pero bueno, antes de que España entera gritase ¡gooooooool! hasta desgañitarse, la selección desaprovechó varias oportunidades de adelantarse en el marcador. España no hizo su mejor partido, pero mereció ganar. Jugó bien en diversas fases del partido y desde luego mucho mejor que una Holanda que mostró su perfil más duro y tosco, muy alejada de la Naranja Mecánica que asombró en los setenta.

Cuando la prórroga agonizaba, cuando parecía que habría que jugarse todo en la lotería de los penaltis, llegó el tanto que ha elevado a Iniesta a lo más alto del fútbol español. El fino estilista del Barcelona, nuestro Don Quijote manchego, recibió un gran pase de Cesc y disparó con el alma para batir a Stekelenburg, para derribar a ese gigante con unas aspas que repartían patadas por doquier que era Holanda. A partir de ahora, la gente comentará dónde estaba cuando Iniesta marcó, o qué hizo en ese momento. Yo recuerdo que contuve el grito como pude para no asustar al perro de mi novia. Fue una celebración casi silenciosa, pero que valió por cientos o miles de gritos. La besé a ella, lo acaricié a él, apreté los puños y volví los ojos a la pantalla para observar cómo todos los integrantes de la selección celebraban el gol como una piña en la que estaban una veintena de héroes, pero que compartíamos millones de españoles. La celebración se alargó toda la noche y todo el día siguiente, pero la gesta lo merecía.

España campeona del mundo. España va a lucir una estrella en su escudo. España ya puede tutear a las grandes selecciones del planeta fútbol. Ahí es nada.

Un saludo

jueves, 8 de julio de 2010

España llega a la final tras su exhibición ante Alemania


España, finalista de un Mundial de fútbol. Es escribirlo y se me ponen los pelos como escarpias. Y, sí, España ha llegado a la final después de un partidazo ante Alemania. La selección volvió a jugar como los ángeles y derrotó a los germanos por 1-0, el mismo resultado que en la final de la Eurocopa. Ahora sólo queda Holanda para levantar el trofeo más preciado del mundo del fútbol.

Por fin, en las semifinales, los de Vicente del Bosque hicieron un partido memorable, casi perfecto. Digo casi perfecto porque para mí la primera parte, dentro de lo bien que jugó La Roja, no me satisfizo del todo. Aun a riesgo de parecer un tipo raro, algo que me han llamado en Onda Madrid por esto que voy a escribir, afirmo que España no se salió en la primera mitad, que sí en la segunda. Al descanso, la posesión era 60/40 más o menos favorable a España. Sin embargo, las ocasiones de peligro estaban dos a uno. El disparo de Villa rechazado por Neuer y el cabezazo alto de Puyol (en la segunda mitad la metería dentro) contra el chut lejano de Trochowski que rechazón Casillas. España, como el día de Suiza o ante Chile o Paraguay, volvió a disparar muy poco a puerta. Hasta Del Bosque maldecía en la banda pidiendo que se pusiera a prueba al portero rival. Cierto es que los de rojo movieron la pelota mucho mejor que en esas citas anteriores, con más velocidad, pero volvió a parecer que los españoles jugaban a meter gol dentro del área pequeña, como si fuesen un grupo de amigos jugando sin porteros. Yo, al descanso, tenía la sensación de que España se había gustado, como si disfrutase mirándose en un espejo, pero había dejado escapar viva a Alemania.

No siempre se pueden meter seis goles como hizo España a Polonia en un amistoso antes de viajar a Sudáfrica. No creo que haya que meter cuatro goles para decir que se ha jugado bien. Pero, como ya he dicho en otro post, el tiqui taca se vende como el no va más, como la única forma de jugar bien al fútbol. Siendo un modelo preciosista, que lo es, también debe buscar una mayor eficacia. Hace dos años, el Barcelona jugaba así y provocaba muchísimas ocasiones de peligro en cada partido. Ahora los rivales se le cierran más, igual que a España. Tanto el uno como la otra deben pensar en ser un poco más verticales para crear más peligro. En Onda Madrid también me han dicho que España defiende con el balón en su poder, lo cual es cierto, pero yo espero de mi equipo o mi selección que marque goles, y para eso hay que arriesgar un poco y no contentarse con tener el balón y moverlo, algo en lo que España ha caído en este Mundial con frecuencia.

Ojo, que como ya he dicho, ante Alemania dio una velocidad más a su fútbol. No me extrañó leer tras el partido que es el duelo en Sudáfrica en el que los Xavi, Iniesta y compañía habían hecho más kilómetros. Aunque sea muy bonito hacer correr al rival detrás del balón, también hay que correr con él. Los de Joachim Löw salieron asustados y decidieron esperar a su rival como habían hecho previamente los anteriores contrincantes de La Roja. Esperaba mucho más de Alemania, que había hecho un fútbol muy bonito (para mí el mejor hasta el miércoles) en este Mundial, pero lo cierto es que ante España dio una mala imagen precisamente porque España ofreció su mejor versión y anuló sus virtudes. Pesó mucho el anterior baño en la final de la Eurocopa, y también la baja de Müller, para mí más constante que el imaginativo Ozil.

25 minutos impresionantes

La segunda mitad para mí fue de escándalo, sobre todo los primeros 25 minutos. España por fin unía los intentos de marcar, aunque fuera desde lejos, a su virtuosismo. ¡Así se juega al fútbol! ¡Chapeau! ¡Un 10! En esos segundos 45 minutos sólo se consiguió el histórico gol de cabeza de Puyol, pero pudieron ser más. Pedrito, que firmó un partidazo, falló un gol que estaba practicamente hecho por no pasarle el balón a Torres, que fue suplente y salió para intentar matar el partido. Suerte que al final se ganó porque esa ocasión perdida hubiera equiparado al canario a Cardeñosa o Julio Salinas, futbolistas que tuvieron en sus botas grandes gestas y que no estuvieron a la altura.

Xavi, Iniesta y Pedrito estuvieron sensacionales moviendo la pelota. La entrada del último fue un completo acierto de Del Bosque, que está realizando un campeonato bastante bueno en la dirección de la selección. Ya no se oye a la gente pedir a Luis Aragonés, que sí, ganó una Eurocopa, pero en el Mundial de alemania caímos con él en octavos. Volviendo a los jugadores, que son los verdaderos protagonistas de este deporte, Busquets y Xabi Alonso aportaron mucho a la seguridad defensiva en el centro del campo y ayudaron a anular a Alemania junto con una línea defensiva que estuvo a gran altura, especialmente Puyol. El barcelonista encima firmó el gol del partido. ¿Qué más se le puede pedir? Casillas evitó el gol en las dos ocasiones más claras de los alemanes: el remate de Trochowski y otro de Kroos en la segunda mitad. Quizá Villa estuvo un poco más gris, pero no siempre va a marcar el tannto salvador y también realizó otro tipo de trabajo más oscuro.

Holanda espera en la final

Yo creo que España ha salvado ya su partido más duro del Mundial, éste con Alemania, pero no hay que menospreciar a Holanda. Ha ganado todos los partidos del torneo, lleva 25 sin perder y ha sido capaz de echar a uno de los cocos, Brasil, en un choque en el que remontó un uno cero adverso gracias a dos goles de Sneijder. Él y Robben, otro ex madridista, son las principales amenazas de la Oranje junto a Van der Vaart, Kuyt y Van Persie, y eso que este último no ha brillado en Sudáfrica. Esperemos que no lo haga en la final y que España pueda ganar su primer Mundial. Sobre todo, España debe controlar a los dos primeros. Si lo hace, tendrá mucho ganado. Llegados a este partido, firmo jugar mal y ganar porque lo importante es la victoria y alzar el trofeo dorado. Pero tampoco veo a la selección capaz de afear el fútbol. Hasta cuando perdió con Suiza lo hizo intentado jugar como sabe, y eso es de agradecer. Tenga el día inspirado o no, por lo menos no ensucia su imagen.

España va a jugar una final de un Mundial. Ya tengo los pelos como escarpias.

Un saludo

martes, 6 de julio de 2010

España-Alemania, una semifinal de infarto e histórica


Con muchísimo sufrimiento, España derrotó a Paraguay por un gol a cero y alcanzó la ronda de semifinales, que nunca había alcanzado en todas sus participaciones mundialistas. Sí, en el Mundial de 1950, en Brasil, fue cuarta, pero entonces se jugó con formato de liguilla porque los países europeos se negaron a cruzar el Atlántico si el sistema era por eliminatorias. El motivo: la crisis tras la Segunda Guerra Mundial, que no permitía un gasto elevado para jugar un partido.

Para mí, la selección ya ha cumplido. Siempre he deseado que el equipo nacional llegara lejos en un Mundial y Del Bosque y sus jugadores lo han conseguido en Sudáfrica. Es cierto que el fútbol no ha sido el mejor, y contra Paraguay se volvió a tropezar en la misma piedra. Mala primera mitad con un fútbol de toque lento ante un rival cerrado atrás. Resultado: muy pocas ocasiones de gol. Tras el descanso, el partido iba por los mismos derroteros hasta que se volvió loco con los penaltis. Casillas salvó el Mundial al parar el penalti a Cardozo y puso su granito de arena para romper el maleficio de los cuartos en el Mundial igual que hiciera en la Eurocopa en la recordada tanda de penaltis ante Italia. Incluso La Roja superó otro de los obstáculos antaño insalvables: los fallos arbitrales. El guatemalteco Batres se lució y en un par de minutos perdonó la roja a un paraguayo, mandó repetir el penalti en el que menos gente ha entrado en el área antes del lanzamiento (un pie de Cesc) de la historia, y escamoteó otro penalti a la selección tras el fallo de Xabi Alonso. Suerte que Villa, otra vez, acabó con el mal fario con un gol que en el que costó que el balón entrase.

Respeto a Alemania

Tras ganar a Paraguay, ahora toca Alemania. Mañana se repetirá en duelo de la final de la Eurocopa 2008, pero España llega con menos brillantez y Alemania llega asustando. Metió cuatro goles a Inglaterra y repitió con otros cuatro tantos ante Argentina. No paro de oír cómo los periodistas y muchos aficionados minusvaloran a los de Joachim Löw. Que si Australia era una castaña, que si perdió con Serbia, que si Inglaterra era una banda, que si Argentina no tenía centro del campo... Nos fastidie o no, Alemania ha jugado bastante mejor que España en este Mundial, pero de un tiempo a esta parte, parece que sólo se juega bien al fútbol si se practica el tiqui taca. Que se lo digan a Pellegrini... Hay muchas formas de jugar bien al fútbol y otra cosa es que gusten más o menos.

Para mí, Alemania ha sido la mejor del torneo hasta ahora. No es fácil meter cuatro goles en un Mundial y Alemania lo ha hecho ya tres veces. E iba por la parte del cuadro más dura y ha llegado a semifinales goleando. Ahora resulta que Suiza, Honduras, Chile y Paraguay son potencias del fútbol. Manda huevos. España ha tenido el problema de jugar contra selecciones que se han cerrado atrás, sí, pero no he visto a la selección capaz de meter cuatro goles a Argentina o Inglaterra. No fue capaz ni con Honduras... Este menosprecio me recuerda al del Mundial de 2006, cuando los franceses eran unos ancianos. Ya vimos lo que pasó luego ante Zidane y compañía. Otro dato que he oído y leído es que si Alemania no marca primero y temprano, no puede jugar al contragolpe y pierde, como le pasó ante Serbia. España también palmó ante Suiza, la única selección que se ha puesto por delante en el marcador ante La Rosa, así que no conviene tergiversar la estadística.

Las dos selecciones gustan por tener el control del balón, y en esta faceta España está por encima, igual que en la calidad individual, que hombre por hombre daría como vencedora a la selección. Sin embargo, la Mannschaft supera a España en poderío físico, un dato preocupante porque el combinado español parece justo de gasolina, y también en pegada. Ha marcado el doble más uno de goles, y ante rivales más duros.

¿Cambios en la selección?

Espero que el España-Alemania sea un gran partido y, cómo no, que gane España. Como he dicho al principio, para mí la selección ha cumplido llegando a semifinales, cosa que no habría hecho si hubiera caído ante Paraguay (y se rozó el desastre), pero obviamente, una vez que hemos llegado aquí, ¿por qué no vivir una final? Habrá que ver qué equipo saca Del Bosque. Sinceramente, creo que Torres debería empezar el duelo desde el banquillo. Es cierto que hace un trabajo oscuro y ayuda mucho a Villa, pero no está nada fino en el remate. No podemos depender sólo del Guaje para marcar goles porque los germanos pueden cerrarle los espacios igual que hicieron con Messi. Yo sacaría a Fernando Llorente o a otro centrocampista de toque como Cesc o Silva, si es que están en forma. Lo que no tocaría es el doble pivote. Ante un equipo como Alemania sí me parece imprescindible la labor defensiva y de equilibrio de Busquets y Xabi Alonso. Alemania no tendrá a Müller, baja importantísima, pero Ozil, Schewinsteiger, Podolski, Klose y compañía son un enemigo temible para tomárselo a la ligera.

¡Que ruede el balón! ¡Aúpa España!

Un saludo

jueves, 1 de julio de 2010

España, entre las ocho mejores selecciones del Mundial de Sudáfrica


La selección española se clasificó para los cuartos de final después de vencer a Portugal por 1-0 en un partido en el que durante algunas fases del mismo jugó a un buen nivel. Fue un triunfo corto para los méritos de España, muy superior a una selección portuguesa a la que su entrenador, Carlos Queiroz, condenó a defender. La cara de Cristiano Ronaldo, solo contra el mundo, sobre todo tras la salida del campo de Hugo Almeida, era un poema al final del encuentro.

España jugó mejor, pero sigió exhibiendo la misma falta de puntería que viene arrastrando durante todo el torneo. Un dato preocupante ahora que los partidos son a vida o muerte, y que va unido a la alarmante falta de forma de algunas de sus figuras, como Fernando Torres y, se supone porque no juegan, Cesc y Silva. Pero prefiero mirar la botella medio llena y destacar lo bueno. En primer lugar, la selección derrotó a un rival complicado, superior a sus rivales anteriores por mucho que Queiroz se empeñara en reducir a la mínima expresión a su equipo. Portugal no había recibido ningún gol y ayer Villa le hizo uno. De no ser por la gran actuación de Eduardo, los lusos se hubieran llevado cuatro o cinco, lo que indica que España atacó bien. Pero, además, también defendió con acierto. Hasta Capdevilla mejoró respecto a los duelos precedentes. No está al nivel de Sergio Ramos, Piqué y Puyol, que están muy bien, pero no desentonó. En la seguridad defensiva también tienen mucho que ver Busquets y Xabi Alonso, que volvieron a cumplir con su cometido con creces.

Vicente del Bosque tuvo una gran importancia en la victoria porque cambió el partido con una decisión técnica muy acertada. Sustituyó a Torres, pero no por Pedrito, Cesc o Navas, sino por el otro Fernando, Llorente. Y el delantero del Athletic dio una lección aguantando la pelota, fijando a los centrales y creando peligro. Se convirtió en un quebradero para los centrales portugueses y facilitó la llegada a Villa (pedazo de Mundial el suyo), Iniesta y Xavi. Ahora toca Paraguay, un rival asequible en cuartos de un Mundial, para mí muy inferior a Portugal, pero del que no hay que fiarse. Suiza no era mucho mejor y nos derrotó en el primer partido, y Paraguay seguro que también se cierra atrás y reparte leña. Si España gana a los paraguayos, igualaría su mejor clasificación histórica. Quizá por eso, hasta Luis Aragonés ha dejado de repartir críticas y ya es más optimista. ¡Vaya papelón el suyo en Sudáfrica!

Errores arbitrales determinantes

Los octavos de final en Sudáfrica han estado marcados por varios errores arbitrales garrafales. Uno podría ser el gol de Villa, en posible, aunque justo, fuera de juego. De todas formas, antes hubo un claro penalti a Torres, por lo que los lusos no se han quejado. Pero por determinantes me refiero a los errores que allanaron el camino a Alemania y Argentina. La selección germana dio un baño a Inglaterra (4-1) en la eliminatoria más interesante, con Thomas Müller y Ozil desatados, pero el árbitro no dio por bueno un gol de Lampard con 2-1 en el marcador. El balón se salió de dentro de la portería y, así, los ingleses se quedaron con la misma cara de tontos y la indignación que los alemanes en 1966, cuando el error fue a la inversa e Inglaterra ganó la final de su Mundial con un gol fantasma que nunca llegó a entrar. En cuanto a Argentina, fue mejor que México, pero el partido lo desequilibró el árbitro, o mejor dicho, su linier, al dar por válido un gol de Tévez, que estaba en un flagrante fuera de juego. Sea como sea, el debate sobre el empleo de la tecnología en el fútbol se ha reabierto.

Del resto de cuartofinalistas, destaco a Brasil y Holanda. La canarinha no enamora con su juego, alejado del célebre jogo bonito que Brasil no realiza desde el Mundial del 90, pero tiene una contundencia atacante y defensiva demoledora. Un rival al que será muy difícil ganar, aunque habrá que ver cómo rinde ante Holanda, que lleva pleno de victorias en el torneo y ha recuperado a Arjen Robben. Este duelo se presenta apasionante, igual que el Alemania-Argentina y el España-Paraguay, éste por razones obvias. En cuanto a Uruguay y Ghana, tienen la oportunidad de llegar a semifinales, lo que sería algo histórico para los africanos (ninguna selección de ese continente ha llegado tan lejos) y un éxito para los sudamericanos, que no brillan en un Mundial desde el Maracanazo en 1950.

Un saludo

PD: Sólo de pensar en jugar una semifinal de un Mundial contra Alemania o Argentina se me pone la piel de gallina, pero primero hay que ganar a Paraguay. No quiero ni pensar en una debacle como la del Mundial de Japón y Corea del Sur, aunque entonces el árbitro robase a la selección de forma escandalosa. Por cierto, vaya arbitrajes que está sufriendo España. El del último partido fue de chiste, aunque el colegiado perjudicó a las dos selecciones al pasar por alto numerosas faltas.