Alemania sobresale en la primera jornada del Mundial

Todas las selecciones han debutado en Sudáfrica y es hora de hacer un análisis de la primera jornada del Mundial de fútbol, que de buen fútbol ha tenido más bien poco. Sólo Alemania ha dejado un gran sabor de boca con su goleada (4-0) a Australia. La nueva hornada de futbolistas germanos encabezada por Ozil, Müller y Khedira ha aportado un toque de elegancia al eficaz fútbol de su selección. De España se esperaba mucho y, como he dicho en el anterior post, ha exhibido su gusto por el fútbol elaborado, pero lamentablemente sin pegada. Del resto de favoritas, la que más me ha atraído ha sido Argentina, que ha demostrado sus conocidas carencias en el centro del campo y la defensa, pero también su enorme potencial atacante. Ganó 1-0 a Nigeria, pero pudo marcar media docena de goles. Messi se parece al del Barcelona, y eso son palabras mayores.

Brasil, por su parte, ganó sin brillo a Corea del Norte. El golazo de Maicon, algún detallito de Robinho y poco más. Kaká, fatal. El doble pivote defensivo, una aberración. Es una lástima que la selección del 'jogo bonito' se haya europeizado hasta el punto de ceder el testigo del buen juego a otras. Una de esas selecciones es la de Holanda, que también ha decepcionado a pesar de ganar 2-0 a Dinamarca. Se espera más de la Oranje, aunque le falte su estrella, Robben. Lo de Inglaterra tampoco puede catalogarse de sorpresa. Empate con Estados Unidos, que es un equipo difícil de batir, con muy poco juego y un portero, Green, que sigue la estela de otros compatriotas suyos que hicieron de la portería inglesa un suplicio para sus seguidores. Sí me ha sorprendido, para mal, el poco peso que tuvieron en el equipo Gerrard (aunque marcase), Lampard y Rooney.

Francia huele mal en este Mundial. El empate con Uruguay no debe tapar un mal partido de una selección que no tiene alma ni liderazgo, ya que Raymond Domenech estaba muy cuestionado antes de iniciar el campeonato. En cambio, el empate de la actual campeona, Italia, no debería llevarnos a engaño. Los transalpinos pasarán de ronda porque son competitivos como pocos y les da igual que su fútbol no luzca. Por cierto, De Rossi, ante Paraguay, no me pareció el maravilloso jugador que vende la prensa. Un mal día lo tiene cualquiera y habrá que esperar a próximos partidos. Respecto a Portugal, se atascó ante Costa de Marfil, que en teoría es la mejor selección africana, y evidenció que depende muchísimo de Cristiano Ronaldo, que está gafado de cara al gol cuando juega con su país. Va a echar de menos al lesionado Nani.

El balón del Mundial

No he podido probar el Jabulani, así que no puedo basar mi crítica al balón en mi experiencia. Es cierto que ha provocado numerosas críticas de los porteros por su trayectoria errática, igual que los esféricos de los Mundiales anteriores, pero yo no le echaría la culpa en los errores del inglés Green y el argelino Chaouchi. Los dos guardametas cometieron errores de concepto a la hora de posicionar el cuerpo para atajar la pelota. En cambio, sí veo que los jugadores de campo no se han adaptado al esférico, sobre todo a la hora de chutar de fuera del área. Recuerdo más goles de chut lejano en el Mundial de Alemania, balón que por cierto sí probé y me gustó. Habrá que ver si mejora esta estadística con el desarrollo del torneo. De hecho, habrá que ver si hay más goles. Se están marcando pocos.

Las vuvuzelas

Lo peor del Mundial, sin lugar a dudas, son las vuvuzelas. No hay forma de ver a gusto los partidos con el sonido de fondo de las trompetas de marras, que no sé qué tienen de autóctonas en Sudáfrica porque están en el fútbol español, y otros, desde hace 30 años. Ya no se oyen los cánticos de las aficiones ni los ¡huy! ni nada. Eso sí, la FIFA no las prohibirá a pesar de las quejas de televisiones, radios, jugadores y aficionados porque saca tajada con su venta.

Lo más surrealista del Mundial

Sin duda, para mí, descubrir que los 1.000 aficionados norcoreanos que vieron el partido de su selección ante Brasil eran en realidad actores chinos pagados por el gobierno de Corea del Norte. Hay que ver cómo se las gasta el gobierno de Pyongyang, que no da visados para evitar que los que salgan no vuelvan. También me ha parecido surrealista la expulsión de 32 aficionadas holandesas porque llevaban un vestido naranja (el color de su equipo) regalo de una marca de cerveza que no patrocina el Mundial. La FIFA está en su derecho de no permitir marcas de anunciantes que no han pasado por caja, aunque no sé si hasta estos niveles porque el vestido no mostraba el logo de la marca en grande (no se veía en las fotos de las aficionadas). Lo que, desde luego, no puede hacer la FIFA es retener, interrogar o intimidar a esas seguidoras tras sacarlas de la grada. Eso es propio de mafiosos.

Un saludo

PD: Para la segunda jornada espero postear antes mi resumen y no dejarlo parado un par de días.