jueves, 1 de julio de 2010

España, entre las ocho mejores selecciones del Mundial de Sudáfrica


La selección española se clasificó para los cuartos de final después de vencer a Portugal por 1-0 en un partido en el que durante algunas fases del mismo jugó a un buen nivel. Fue un triunfo corto para los méritos de España, muy superior a una selección portuguesa a la que su entrenador, Carlos Queiroz, condenó a defender. La cara de Cristiano Ronaldo, solo contra el mundo, sobre todo tras la salida del campo de Hugo Almeida, era un poema al final del encuentro.

España jugó mejor, pero sigió exhibiendo la misma falta de puntería que viene arrastrando durante todo el torneo. Un dato preocupante ahora que los partidos son a vida o muerte, y que va unido a la alarmante falta de forma de algunas de sus figuras, como Fernando Torres y, se supone porque no juegan, Cesc y Silva. Pero prefiero mirar la botella medio llena y destacar lo bueno. En primer lugar, la selección derrotó a un rival complicado, superior a sus rivales anteriores por mucho que Queiroz se empeñara en reducir a la mínima expresión a su equipo. Portugal no había recibido ningún gol y ayer Villa le hizo uno. De no ser por la gran actuación de Eduardo, los lusos se hubieran llevado cuatro o cinco, lo que indica que España atacó bien. Pero, además, también defendió con acierto. Hasta Capdevilla mejoró respecto a los duelos precedentes. No está al nivel de Sergio Ramos, Piqué y Puyol, que están muy bien, pero no desentonó. En la seguridad defensiva también tienen mucho que ver Busquets y Xabi Alonso, que volvieron a cumplir con su cometido con creces.

Vicente del Bosque tuvo una gran importancia en la victoria porque cambió el partido con una decisión técnica muy acertada. Sustituyó a Torres, pero no por Pedrito, Cesc o Navas, sino por el otro Fernando, Llorente. Y el delantero del Athletic dio una lección aguantando la pelota, fijando a los centrales y creando peligro. Se convirtió en un quebradero para los centrales portugueses y facilitó la llegada a Villa (pedazo de Mundial el suyo), Iniesta y Xavi. Ahora toca Paraguay, un rival asequible en cuartos de un Mundial, para mí muy inferior a Portugal, pero del que no hay que fiarse. Suiza no era mucho mejor y nos derrotó en el primer partido, y Paraguay seguro que también se cierra atrás y reparte leña. Si España gana a los paraguayos, igualaría su mejor clasificación histórica. Quizá por eso, hasta Luis Aragonés ha dejado de repartir críticas y ya es más optimista. ¡Vaya papelón el suyo en Sudáfrica!

Errores arbitrales determinantes

Los octavos de final en Sudáfrica han estado marcados por varios errores arbitrales garrafales. Uno podría ser el gol de Villa, en posible, aunque justo, fuera de juego. De todas formas, antes hubo un claro penalti a Torres, por lo que los lusos no se han quejado. Pero por determinantes me refiero a los errores que allanaron el camino a Alemania y Argentina. La selección germana dio un baño a Inglaterra (4-1) en la eliminatoria más interesante, con Thomas Müller y Ozil desatados, pero el árbitro no dio por bueno un gol de Lampard con 2-1 en el marcador. El balón se salió de dentro de la portería y, así, los ingleses se quedaron con la misma cara de tontos y la indignación que los alemanes en 1966, cuando el error fue a la inversa e Inglaterra ganó la final de su Mundial con un gol fantasma que nunca llegó a entrar. En cuanto a Argentina, fue mejor que México, pero el partido lo desequilibró el árbitro, o mejor dicho, su linier, al dar por válido un gol de Tévez, que estaba en un flagrante fuera de juego. Sea como sea, el debate sobre el empleo de la tecnología en el fútbol se ha reabierto.

Del resto de cuartofinalistas, destaco a Brasil y Holanda. La canarinha no enamora con su juego, alejado del célebre jogo bonito que Brasil no realiza desde el Mundial del 90, pero tiene una contundencia atacante y defensiva demoledora. Un rival al que será muy difícil ganar, aunque habrá que ver cómo rinde ante Holanda, que lleva pleno de victorias en el torneo y ha recuperado a Arjen Robben. Este duelo se presenta apasionante, igual que el Alemania-Argentina y el España-Paraguay, éste por razones obvias. En cuanto a Uruguay y Ghana, tienen la oportunidad de llegar a semifinales, lo que sería algo histórico para los africanos (ninguna selección de ese continente ha llegado tan lejos) y un éxito para los sudamericanos, que no brillan en un Mundial desde el Maracanazo en 1950.

Un saludo

PD: Sólo de pensar en jugar una semifinal de un Mundial contra Alemania o Argentina se me pone la piel de gallina, pero primero hay que ganar a Paraguay. No quiero ni pensar en una debacle como la del Mundial de Japón y Corea del Sur, aunque entonces el árbitro robase a la selección de forma escandalosa. Por cierto, vaya arbitrajes que está sufriendo España. El del último partido fue de chiste, aunque el colegiado perjudicó a las dos selecciones al pasar por alto numerosas faltas.

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